viernes, 10 de septiembre de 2010

Recién llegado...


De Roma iré desvanando mis impresiones durante el tiempo que el recuerdo perdure en mi memoria.

Todo serán obviedades por lo conocido del tema pero aunque roma sea tan antigua y tan monumental vive entre las miles de caras que pueblan sus piedras milenarias.

El autobús desde ciampino a roma termini se calaba en cada semáforo que se ponía en rojo, era una tartana de hace decenas de años. Reíamos,con la alegría de la llegada entre bromas acerca del autobús y su edad prehistórica y después de algunos achuchones nos llevó a buen termini.

Desde allí taxi pa casita. Aprovechamos la buena disposición de nuestro comandante de vuelo para acercarnos hasta roma en sólo dos horas...o muy poco más. Parece rara esa costumbre de aplaudir el aterrizaje del mostruo volador en tierra , para un humano cualquiera sigue siendo impresionante volar incluso en autobuses.

La circulación en roma es caótica. Lo primero que nos resultó evidente es que los semáforos en rojo no existen. Cualquier máquina como ellos dicen puede saltarse un semáforo en rojo si no hay peatones en el paso, lo cual genera que la mayoría de los pasos de peatones sean a la vez paso cebra , con lo cuál el peatón en verde tiene prioridad sobre el automóvil pero éste no está obligado a parar, así se efectúa una verdadera lucha en cada paso entre la decisión de el peatón de cruzar en su derecho y la realidad de decenas de autos que se vienen hacia tu persona.

El conflicto, eso sí se realiza de una forma consciente , prudente y de muchas circustancias de carreras y saltos para los peatones. La circulación es un caos soportado.

Una improvisada pizza y dos birras de 400 cc. nos alegraron la espera del check in en el apartamento, pero esa es otra historia a la que dedicaremos más páginas y referencias.

De momento un saco de cemento y muchos más serán necesarios para levantar esa ciudad del cielo entre colinas que un día fué imperio.


NOW afoto uan.



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